20 febrero 2008

El niño del violín tocó una obra, su obra.
Él no se atrevería a llamarla así, pero es una obra.
En siete minutos que duró, me hizo comprender por qué es insoportable,
porque es un genio.
Me han hecho una encuesta acerca de las vacaciones,
me han preguntado qué viaje me gustaría realizar,
y claro, me ha salido Argentina,
pero podía haber dicho Sáhara, Sudafrica, Senegal, Fuerteventura o Albacete.
Qué bien sienta viajar, es caerse del guindo en el que vives cada vez que abres los ojos a cierta distancia de casa.

Me encanta conocer,
encantada de conoceros;
sois un encanto.

15 febrero 2008

A ritmo de tango

Llevamos el ritmo con los pasos,
cantamos con Gardel
rechiflados, gambeteamos las pobrezas
y jugamos con el mísero ratón.
Tenemos el mate lleno
de milongueras pretensiones,

Cuándo nos vamos a Argentina?

Cuando las deudas chicas amainen.

Voy a ser un poco tía,
espero ser un poco tía en mayo, en junio
y muy tía en agosto.

De momento, y mientras lleguen
objetivo a corto plazo:
ser una buena mujer.

12 febrero 2008

No estaba en Lanzarote



Y a pesar de su ausencia logré encontrar un sol que de ella me hablara,

Y conseguí localizar las olas que había traspasado,

Y pude ver volcanes suspirando su nombre de un color siempre tan negro.

Y me sentí tan bien, tan bien...

Qué poco dura lo bueno si no nos empeñamos en perpetuarlo.

01 febrero 2008

Retrato de Lola

Es morena, de cuerpo menudo y delgadita,
como una gueisha, con las manos y los pies muy pequeñitos.

Silenciosa porque habla con los ojos,
sigilosa aunque llenando los espacios,
soberbia pero suave,
seria y natural, muy natural.
sssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssí, creo que lleva todas las eses.
Amaina las tormentas con carácter
resuelve los problemas con soltura
suspicaz, sincera, sabia...
lleva todas las eses, sssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssí.

Sonríe casi siempre,
se mueve como el sol,
habla con dulzura pero sin titubeos.
Le gusta caminar con animales,
hablar de noche en el sofá, bajo la manta,
cantar a plena voz mientras se ducha,
comer sola y vivir acompañada.

Cuando se enfada sus iris disminuyen
sus ojos negros parecen de mentira
usa vaqueros, y un vestido muy largo, por encima.
Tiene un abrigo, es negro, con solapas,
y una bufanda, y unos guantes,
y jersey grande, verde, de algodón.

Me niego a pensar que ya no existes
Y si no existes, soy yo la que me enfado
por vivir tanto tiempo en este engaño
y creer en ti y luego no haber nada.
No puede ser, existes, es seguro
y te alimento aunque seas un suspiro
y te conservo sabiendo que eres duda,
y te reclamo, por ser encantadora.

Lola

No pierdo la esperanza de encontrarla.
No entiendo como puedo echar de menos lo que nunca tube más que en mi cabeza.
Su vacío se me hace esquizofrénico.
Y aquí estoy de nuevo, pidiendo pistas de alguien que no existe pero que desapareció hace diez meses.
Cualquier día de estos me empeño, la dibujo y os enseño su retrato, por si acaso.
Por si acaso alguien también se la imagina, o habla con ella, o lo que sea.

Lecturas

Estoy leyendo un libro que no me gusta nada,
no sé por qué lo leo.
Para qué leer algo que te hace sufrir, es de Almudena Grandes y lleva en la mesilla varios meses. Cada vez que aparece cualquier otro libro lo abandono y después (como ahora) lo retomo cuando no hay nada mejor. Si el libro me ha gustado, le dedico unos minutos de silencio, si me ha encantado (como Cien años de soledad, que lo he releído, recién terminé hace dos días, como no tengo memoria, me llevo unos disgustos...) si me ha encantado, digo, le dedico una noche entera de luto sin leer.
Y esta tarde volví a Almudena Grandes y su último (creo) libro del que no recuerdo el título, y es tan denso, tan genealógico, tan histórico, tan novelesco, tal lío, que sufro en cada página y sigo leyendo sin retener los nombres de los personajes en la memoria.
Esta mañana fui al dentista y aprovechando el viaje a la gran ciudad ( Sangüesa, 5.000 habitantes) compré un par de libros de bolsillo. Si no me gustan lo suficiente, los dejo en el camping para que alguien pase un rato de lluvia entre letras. Así que no sé si lo hago por los clientes, o para que se jodan (- yo me lo he tragado, pues ahora os váis a enterar).
El caso es que, entre el traslado al bungalow y lo mala que soy comprando libros ( eso sí, me los leo todos, me guste o no) hay una colección en el camping (aunque merma porque alguno se los llevan) y claro, una no sabe qué recomendar. Eso sí, para dormir, todos son buenos.