08 junio 2009

Las hojas y la lluvia nos enseñan a caer
y la vida-ya no es tanta- en primavera
las piñas palidecen en el suelo
la vida -en el recuerdo- es más otoño.
Y el invierno nos congela los pasados,
la memoria se hace lista y nos olvida
y las ramas se retuercen sin esfuerzo.
Hablando con las ranas, esta noche,
cantamos al calor de un gran pantano
si uno quiere, no lamenta su pasado,
si queremos, las esquinas se suavizan
Y la mente se agudiza y nos margina
y se ausentan nuestros cuerpos un momento
y el oxígeno nos llega hasta la cama.
Y tomamos conciencia del pronombre
y el nosotros se hace nuestro para siempre
Si queremos, retorcemos el futuro
o las ramas nacen rectas, desde el suelo.
Las hojas y la lluvia, me enseñan a caer
el fuego de las hayas, me levanta.
Si queremos retorcemos el futuro
o las ramas nacen rectas, desde el suelo.
A mi niño, el del violín

07 junio 2009

A mi padre

Sus ojos me dijeron muchas penas,
sus labios pronunciaron mil palabras
todas vacías, sin futuro, sin memoria.

Sus ojos repitieron esperanzas,
sentimientos, sueños no labrados, pasados imposibles.
Y no hace mucho que se fue
y ya se ha ido.

Sus manos nos temblaron muchas veces,
sus piernas nos andaban tan cansadas
que sus ojos nos gritaban con la sangre
y la sangre en su cabeza,
reventaba a pensamientos.

y no hace mucho que se fue,
y ya se ha ido.

Y llegó el otoño en primavera,
y la sangre de sus ojos fue mi pecho,
y mi sangre y su sangre son las mismas,
y se fue, por instantes, al olvido.

Sus ojos, al reabrirse, se inventaron un color,
porque miran hacia dentro y ya no salen
Y no hace mucho que se fue
y ya se ha ido.

Mejor es que me esfuerce en el pasado
y no saber si te vas,
o ya te has ido.

Sólo cuando me miras
creo que tengo alma
entonces clavas tus ojos en mi mente
y me dueles porque siempre me has dolido.
y te quiero porque siempre te he querido.

Tengo el corazón lleno de goma
te escribo borradores sin sentido
tal vez porque te vas, o ya te has ido
y te quiero aunque nunca te he elegido.