PIES NEGROS.
06 abril 2011
Petrechema
( Desde el Petrechema)
Zuriza era el lugar ideal para las vacaciones de cinco minutos. Llegas, miras, respiras, te embaucas, vuelves a respirar. Ya te puedes ir, cargada de verde, de oxígeno, de tranquilidad optimista.
El efecto imán que siento al subir a La Kartxela es indescriptible y la sensación de bienestar insuperable e inexplicable, el buen recuerdo del Petrechema se debe más a la compañía (la perra y mi amiga A)que al disfrute de subirlo. No recuerdo la fecha, tan sólo que estaba oxidada y que me tuve que fumar un cigarro a medio camino, por si me oxigenaba del todo y me mareaba tanto ambiente puro. Sé que subimos después de lo de Asier, porque miraba a la izquierda con recelo y bajaba la mirada cuando serpenteábamos y el Hiru Errege Mahaia aparecía de frente.
Es curioso, este paraje es de los pocos lugares en los que te puedes fumar un cigarro tranquila y disfrutándolo, sin que nadie te sermonee. Ese ambiente sosegado que sólo el viento interrumpe para pedirte una calada y una sonrisa. Tal vez, en el próximo viaje, me lo pueda traer en el bolsillo.
Zuriza era el lugar ideal para las vacaciones de cinco minutos. Llegas, miras, respiras, te embaucas, vuelves a respirar. Ya te puedes ir, cargada de verde, de oxígeno, de tranquilidad optimista.
El efecto imán que siento al subir a La Kartxela es indescriptible y la sensación de bienestar insuperable e inexplicable, el buen recuerdo del Petrechema se debe más a la compañía (la perra y mi amiga A)que al disfrute de subirlo. No recuerdo la fecha, tan sólo que estaba oxidada y que me tuve que fumar un cigarro a medio camino, por si me oxigenaba del todo y me mareaba tanto ambiente puro. Sé que subimos después de lo de Asier, porque miraba a la izquierda con recelo y bajaba la mirada cuando serpenteábamos y el Hiru Errege Mahaia aparecía de frente.
Es curioso, este paraje es de los pocos lugares en los que te puedes fumar un cigarro tranquila y disfrutándolo, sin que nadie te sermonee. Ese ambiente sosegado que sólo el viento interrumpe para pedirte una calada y una sonrisa. Tal vez, en el próximo viaje, me lo pueda traer en el bolsillo.
05 abril 2011
01 abril 2011
Monólogo de Manoli (digo yo)
Dejó de llover cuando llegaron a casa. Ella abrió la ventana para oler a Tomás mientras él respondía correos en el ordenador.
Tecleaba presionando letras escritas en negro, en esos cuadraditos de PVC, tan claras ellas, tan desordenadas y tan distantes aun tocándote la punta de los dedos.
No sé en qué estaba......pues eso, abrió la ventana para olerle, estiró una mano y sacó la nariz. Dirigía el aire hacia la nariz con su mano, qué estupidez. Pero todo era una estupidez ese día.
Y él seguía erre que erre con las teclitas, y venga a darle al enter y al ratón o mouse y buscar o search y archivo o file.
Pues si el enter creo yo que viene del latín de toda la vida, que entrar viene de algo parecido a la palabra intrare, pero nada, dale que dale y toma que toma con el enter y la madre que lo parió, que mira tú por dónde, también viene del latín de toda la vida (digo yo).
Pues parece ser que las teclitas metalizadas no son la new age o nueva era, que tiene que ser el móvil digital con las últimas aplicaciones como ver la TV, o conectarse al facebook y demás amiguitos del estilo mientras estamos en el baño, por poner un ejemplo. Porque mirar el correo siempre es algo imprescindible en la vida.
Se les olvidó, (se acordó mientras olía, ya casi cayéndose por la ventana), se les olvidó, digo, que más importante que el inglés y las nuevas tecnologías, que parece que nos atan más que hacernos libres, y repito porque me pierdo cuando hablo con las teclitas estas. Se nos olvidaron las buenas maneras, las sonrisas y los detalles, tan acostumbrados ya a dirigirnos a las pantallas y los teclados más que a las personas, que las tenemos enfrente y parece que no huelen y oler, siempre ha sido importante. (digo yo).
18 marzo 2011
17 marzo 2011
03 octubre 2010
20 mayo 2010
31 octubre 2009
LOLAAAAAAAAAAAAAAA
Anoche volvió Lola!
Con el mismo abrigo negro de grandes solapas
y aquel jersey verde de cuello vuelto y algodón
que yo recordaba.
Volvió, dijo, para quedarse...
Ahora que me voy....
Tomamos una caña frente a la chimenea
y todo era vacío,
un agujero negro, que la chimenea absorbía
disociando los colores,
primero el rojo, luego el azul,
al fin, el negro, se llevó todo
y ya no hubo vacío.
El hueco entre ambas se llenó de palabras
y todas ellas comenzaban con SSSSSSSSSS.
Volvió, gatuna y elegante,
conoció a Luna, no hizo falta presentación,
y nos fuimos las tres a casa.
Bajo la manta, en el sofá,
hablamos, en silencio, de todos estos meses,
que los meses fueron años, le recriminé
pero ella no vino a discutir
sólo a acompañarme,
y ella tan sola,
tan dentro de su abrigo...
Con el mismo abrigo negro de grandes solapas
y aquel jersey verde de cuello vuelto y algodón
que yo recordaba.
Volvió, dijo, para quedarse...
Ahora que me voy....
Tomamos una caña frente a la chimenea
y todo era vacío,
un agujero negro, que la chimenea absorbía
disociando los colores,
primero el rojo, luego el azul,
al fin, el negro, se llevó todo
y ya no hubo vacío.
El hueco entre ambas se llenó de palabras
y todas ellas comenzaban con SSSSSSSSSS.
Volvió, gatuna y elegante,
conoció a Luna, no hizo falta presentación,
y nos fuimos las tres a casa.
Bajo la manta, en el sofá,
hablamos, en silencio, de todos estos meses,
que los meses fueron años, le recriminé
pero ella no vino a discutir
sólo a acompañarme,
y ella tan sola,
tan dentro de su abrigo...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)