01 abril 2011

Monólogo de Manoli (digo yo)

Dejó de llover cuando llegaron a casa. Ella abrió la ventana para oler a Tomás  mientras él respondía correos en el ordenador.
Tecleaba presionando letras escritas en negro, en esos cuadraditos de PVC, tan claras ellas, tan desordenadas y tan distantes aun tocándote la punta de los dedos. 
No sé en qué estaba......pues eso, abrió la ventana para olerle, estiró una mano y sacó la nariz. Dirigía el aire hacia la nariz con su mano, qué estupidez. Pero todo era una estupidez ese día.
Y él seguía erre que erre con las teclitas, y venga a darle al enter y al ratón o mouse y buscar o search y archivo o file. 
Pues si el enter creo yo que viene del latín de toda la vida, que entrar viene de algo parecido a  la palabra intrare, pero nada, dale que dale y toma que toma con el enter y la madre que lo parió, que mira tú por dónde, también viene del latín de toda la vida (digo yo).
Pues parece ser que las teclitas metalizadas no son la new age o nueva era, que tiene que ser el móvil digital con las últimas aplicaciones como ver la TV, o conectarse al facebook y demás amiguitos del estilo mientras estamos en el baño, por poner un ejemplo. Porque mirar el correo siempre es algo imprescindible en la vida.
Se les olvidó, (se acordó mientras olía, ya casi cayéndose por la ventana), se les olvidó, digo, que más importante que el inglés y las nuevas tecnologías, que parece que nos atan más que hacernos libres, y repito porque me pierdo cuando hablo con las teclitas estas. Se nos olvidaron las buenas maneras, las sonrisas y los detalles, tan acostumbrados ya a dirigirnos a las pantallas y los teclados más que a las personas, que las tenemos enfrente y parece que no huelen y oler, siempre ha sido importante. (digo yo).

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