29 septiembre 2006

¿Alguien ha visto a Lola?

Me acompañó en el viaje de ida y vuelta de Prioro, cuando casamos a un gran Corleone (y ya quedan menos, o quedamos). El caso es que se volvió conmigo y no la he vuelto a ver.
Repaso mis últimas conversaciones con ella, y admito que no la he tratado demasiado bien, porque hay contestaciones que duelen, y que se deben omitir aunque se piensen, hay contestaciones que apuñalan y, depende quién te las dé, hasta se acaba el mundo. Y ahora que he comprobado todo esto, sé que me he pasado con ella en más de una ocasión.
En el último viaje, por ejemplo, yo estaba crecidita, había pasado con mi hermano unos días, y eso es para celebrarlo, porque no sé cuándo fue la última vez que estuvimos dos días juntos en Prioro. Ir tan de vez en cuando y comprobar que la gente te sigue queriendo, es algo especial. Pero Lola sabía que el subidón iba a durar lo que tardara en llegar a Isaba, y al decírmelo me puso al instante los pies en el barro, le dije que si venía a amargarme la vida ya sabía hacerlo yo solita. Y esa fue la última vez que la ví. Lola es para mí, más que el Unicornio Azul para Silvio.
Lola, si me lees, espero que me perdones, o, por lo menos, que me digas que estás bien.
Quizás esté con alguno de vosotros, alegrándoos la vida y la rutina, si es así, por favor, avisadme, estoy preocupada.

No hay comentarios: