16 agosto 2006

Se van

Estamos nublados como el día. Es una nebulosa general. Todos están de acuerdo en poner música triste en el bar y en las cabezas. Nadie se queja. Nadie sonríe demasiado. Tristeza compartida. Se van, se van y nos vamos todos un poco.
Quedan fotos, chistes, anécdotas de barra. Y eso es todo. Nos vamos un poco, un rato, unas horas.
Me siento verdugo y víctima de decisiones difíciles.
No me apetece trabajar, ni escribir, ni nada.
Me apetece dormir y despertar en Noviembre. Sí, vivir un Noviembre de doce meses.
Mi cabeza está como esas viejas lavadoras, no centrifuga bien, hay que estrujar la ropa y las neuronas.
Las tiendo y las miro, pero no secan bien,
siguen sangrando aguas.
Siguen haciendo penas.
Siguen pensando en islas.
Lo bueno es que siguen, como sea, pero siguen. Y yo continúo.
La luna está pequeña, se parece a mí, escurridita en una esquina.
Ya volverá la fuerza.

No hay comentarios: