16 octubre 2006

Lola agoniza

Llegué a casa tarde, Lola dormía. Se despertó cuando entré en la habitación. No dijo nada. Nos abrazamos y llorando estuvimos un tiempo indefinido, hasta que me quedé dormida en su tripa cálida y enferma. Enferma de absorber mi parte mala, comérsela y no poder digerirla. Enferma de estos meses de agonía, de no saber.
No ha venido hasta ahora para que no la viera así, pero no podía más. No podía más.
Aún no está preparada para contarme todos sus misterios, así que esta mañana hemos ido a pasear. El Rincón es buen lugar para estar sola/acompañada. Hace casi un año que Vicky está en el jardín de los abuelos y yo sin poder hablar con ella. Que ni estando muertas podemos decirnos nada. Así que nos quedamos escuchando el sonido de hojas muertas al caer, y eso era como hablar con ellas.
Lola no muere, sólo agoniza, así que la dejo en casa, descansando. Llora todo el rato y en silencio, y a mí sólo me sale acompañarla. No estoy segura de que mañana amanezca viéndola así. Ya amanecerá algún día (o no).

No hay comentarios: