08 octubre 2006

Sigo sin saber nada de Lola, y ya no queda en casa ni en el coche un poquito de su olor. La llamo en la cabeza y suena hueco, y eso es que no está receptiva. Ya volverá.
Siento necesidad de música en directo, de no conocer a nadie por la calle, de ser un número más en una lista. Quizás vaya al médico, la Seguridad Social tiene hilo musical, no conoces a nadie y eres un número.
En serio, siento necesidad de salir de mi vida, así que espero noviembre y se me hace largo. Quizás busque a Lola si para entonces no ha dado señales de vida, y de paso, igual hay suerte y me encuentro.

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